La “complejidad” de ser adultos, nos hace vivir a través de las palabras, las insinuaciones, los planes, la intencion……………
Lo convierte todo en complejo, rebuscado y a veces maquiavélico.
La sencillez de un gesto, desde la inocencia, nos devuelve a la realidad.
Todo, es más bello y más sencillo.
Los auténticos “vínculos” nacen de los gestos inocentes y limpios.