INSTINTO BASICO

Todos, al igual que en el reino animal, tenemos un instinto básico, “El de la supervivencia”.

 Y, como instinto que es, hace reaccionar, más allá de lo racional, de los sentimientos, de las creencias, e incluso de los valores.

 Hoy, vivimos una época, instintiva, donde lo “racional” deja paso a lo más básico, a los instintos que nos permiten sobrevivir, sin importarnos el cómo.

 Valores como, la fidelidad, la verdad, el respeto a unas ideas, y sobre todo la coherencia a unas creencias, han dejado de estar en primera línea.

 Hoy, al grito lanzado por alguien de …. Hay que alinearse, es por aquí, o por ningún sitio, seguidme todos, o no hay camino, o cualquier otro que insinúe riesgo, o un peligro futuro, todo valor, se desmorona como un castillo de naipes, para dar paso a otro que este alineado con la nueva línea marcada.

 No importa si es mejor, peor, o igual, el instinto de supervivencia, nos convierte en pollos sin cabeza que corren buscando refugio, sin importar por donde, por encima de que, o a través de quien.

 Se busca la bandera más alta, la que más sombra proyecta, la que más protege, y se adora, como el que adora a un nuevo Dios.

 Son los mismos que, un día, abrazaron otros valores, otras formas, las alabaron, las predicaron, e incluso las hicieron suyas, vanagloriándose de su aportación a su creación.

 Los mismos que, un día, correrán buscando otra sombra que les proteja del sol de la entereza, del criterio, de la fidelidad a unas ideas.

 Ese que a veces es incómodo, y la mayoría de las veces, hasta peligroso, pero que seguir fiel al mismo, nos diferencia de los animales.

 Todo ello, crea un modelo social, que algunos llaman “adaptable”, seguramente en una versión interesada de lo que en tiempos de creencias, podríamos llamar más bien de “manada”.

 Es un modelo de “indefensión aprendida”, a modo de que,  no importa como piense, siempre que este a salvo.

 Lejos de “vivir como piensas, o acabaras pensando como vives”….. Abandonamos lo que abrazamos, con la misma facilidad, con que olvidamos lo que pensamos.

 Mala época para los valores, mala época para la fidelidad a unas ideas, a unos ideales, a unos modelos.

 Seguramente, es solo una mala época.

 Si no te adaptas, tienes los días contados, porque te darás la vuelta, y estarás solo en la defensa de que lo que muchos, defendían y hacían suyo hacia muy poco tiempo.

 Es la época de correr, en busca de refugio, allí donde más calienta, porque ese instinto, el de la supervivencia…. Está más vivo que nunca.

 Hay que estar atento a los cambios, porque estos, no analizan….. Solo hacen correr a todos.

 “Toda revolución, acaba devorando a sus revolucionarios”.