Cumplir años, cruzar barreras, o atravesar fronteras, en sí mismo, carece de importancia, salvo que nos detengamos en ese momento, y seamos capaces de mirar atrás, y girar sobre el presente, en un suave cambio de rumbo, para orientarnos al futuro.
Dicen, que un hombre, empieza a ser viejo, cuando habla más del pasado que del futuro.
Pero, siendo verdad, tampoco es menos verdad, que en un reconocimiento del camino, en una comprobación de rumbo, y corrección natural de brújula, una mirada hacia el pasado, nos resitúa en nuestro rumbo!
Y nos recuerda el momento de partida hacia esa maravillosa aventura de vivir, en una emulación de los viejos piratas, que rompiendo el agua buscaban aventuras, que contabilizar con tesoros!
Y en una vertiente contable, del debe, haber, saldo final, y en un ansioso balance final, intentamos ver el resultado de nuestras escaramuzas por la vida, y que botines nos deparo nuestra salida al mundo!
Y como siempre, dependerá de las gafas de ese día, que serán el resultado de nuestro estado de ánimo, de nuestra visión momentánea, presa de los acontecimientos más cercanos.
Pero simplificando el resultado, huyendo de la tendencia a complicar, y a buscar el éxito en posesiones materiales, en reconocimientos banales, y realizaciones sociales, en un acercamiento al YO real, y a mi existir como «ser humano», descubrimos una realidad.
Has sumado un año!
Y en esencia, como persona, solo puede compensarlo, el que hayas sumado afectos.
Lo demás, debería ir al «debe», porque como persona, mezcla de sentimientos, emociones, y aderezado con un poco de racionalidad, solo el afecto, la emoción, el sentimiento, suma como «botín limpio»,
Y esencia ese nivel de conciencia, sintiéndote tú, y dejando que el fluir emocional sea t propio jurado, es cuando empieza la suma de personas, importantes para ti, que en ese día, estaban allí, y de una manera u otra han dado testimonio de cercanía!
Y es ahí, cuando te das cuenta de la maravillosa aventura de vivir, esa que te permite acumular tesoros que no brillan, pero sienten, no son vendibles porque no se pueden valorar, y son los únicos tesoros que aun estando lejos, los ves, y que con el tiempo, ganan valor!
Las personas, los amigos, los familiares, esos, que siempre, son capaces de estar ahí!
Si cuando sumas un año, eres capaz de recordar que has sumado a alguien así, durante el mismo, y añadido a tu baúl de tesoros, habas completado otra aventura con éxito y Botín!
La maravillosa aventura de vivir, que te permite descubrir nueva mundos, en forma de personas, es por definición, la mejor y única de la aventuras!
Yo, doy gracias por vivirlas, toque mi cofre, este cada año, más lleno de tesoros!
“vivir las experiencias que la vida te ofrece, es obligatorio. Sufrirlas, o Disfrutarlas, es opcional»
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