CUANDO NADA ES LO QUE PARECE

Hubo un tiempo, no tan lejano, en que todo se parecía a lo que era.

 

La Familia, la Política, la Empresa, y hasta la vida misma.

 

Es difícil saber cuándo, pero en un momento dado,

la feroz economía de mercado, sustento del sistema capitalista,

en el que todos medramos, no sin remordimiento, pero si con mucha “comodidad”,

cambio el modelo de familia, forzados por salir en busca de recursos consumistas,

y cambiando hábitos, de una manera dramática.

 

Nos puso en el camino, que llevaba al tránsito entre un sutil, pero dramático cambio de Rol………….. de Padres, a “trabajadores”.

 

No harta de “devorar”, la economía de mercado, “Los mercados “, se apoderaron de la Política.

 

Transformando a unos “dueños de ideales “, en unos “esclavos de la supervivencia”.

 

Presos de sus propias mediocridades, estos, los Políticos, como el que busca la luz en su propia oscuridad, buscaron refugio en las empresas.

 

Y hoy, asistimos a como la Política, toma asiento en dichas empresas.

 

Asistimos a como, las decisiones, se toman, basándose más en como “seguir en mi puesto”, que en cómo mejorar el conjunto.

 

Asistimos a las decisiones “políticamente correctas”, que nada aportan, salvo continuidad y futuro para el que las toma.

 

Asistimos a la mediocridad, basada en el NO mojarse.

 

Y todo ello, hace que ya nada, se parezca a lo que era, salvo la Sociedad civil, que a veces, muestra aires de rebeldía, y asco, que brotan como auténticos “brotes verdes”.

 

Quizás, cuando nos demos cuenta de todo, aun estemos a tiempo de “repintar” los colores, basado en lo que es, y no en como “lo vemos”.

 

Quizás, algún día, los valientes, los que se atreven a tener ideas, los trasgresores de verdad, tomen el sitio que les corresponde.

 

Ese día, seguramente, habrá mucha gente desubicada.